Matemáticas y magia: un binomio inseparable
La RAE dice que la magia es el arte o ciencia oculta con que se pretende producir, valiéndose de ciertos actos o palabras, o con la intervención de seres imaginables, o por medios naturales, resultados contrarios a las leyes naturales y que la matemática es la ciencia deductiva que estudia las propiedades de los entes abstractos, como números, figuras geométricas o símbolos, y sus relaciones. La primera relación entre ellas aparece en la visión del estudiante: las matemáticas contienen secretos sólo conocidos por los iniciados, parece que se llegan a resultados naturales por medios sobrenaturales.
La realidad es que, tanto la magia como las matemáticas, están motivadas por el sentido de sorpresa que representa el misterio esencial del Universo: los magos muestran hechos sorprendentes y los matemáticos tratan de explicarlos.
En todas las épocas, muchos matemáticos han utilizado la magia como recurso pedagógico, planteando como problemas matemáticos el estudio y explicación de diversos juegos de magia. En este sentido es muy apropiada la siguiente reflexión de Martin Gardner, uno de los más influyentes divulgadores de la magia matemática: “El mejor método para mantener despierto a un estudiante es seguramente proponerle un juego matemático intrigante, un pasatiempo, un truco mágico, una chanza, una paradoja, un trabalenguas o cualquiera de esas mil cosas que los profesores aburridos suelen rehuir porque piensan que son frivolidades”.
A lo largo de la charla se hace un recorrido histórico por los personajes y sus aportaciones a la magia matemática, desde los primitivos dispositivos mecánicos, como los de Herón de Alejandría, hasta los modernos equipos electrónicos más sofisticados, pasando por las contribuciones de grandes personajes como Luca Pacioli, Lewis Carroll o Persi Diaconi.